LOS QUIERO BURROS

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es un organismo de cooperación internacional integrado por 38 países cuyo objetivo es coordinar y armonizar sus políticas económicas y sociales con la finalidad de maximizar su crecimiento económico y colaborar a su desarrollo y al de los países no miembros y se ha constituido en uno de los foros mundiales más influyentes, en el que se analizan y se establecen orientaciones sobre temas de relevancia internacional como economía, educación y medio ambiente. México es miembro de la OCDE desde 1994.

El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE, por sus siglas en inglés, PISA, se aplicó por primera vez en el año 2000 y se realiza cada 3 años. México nunca ha figurado entre los países destacados; sin embargo, hasta el 2019 había logrado incrementos de 2 puntos en matemáticas, 4 en lectura y 1 en ciencias.

En la prueba 2022 participaron 81 países, México ocupó el sitio 51, en escala de 1 el mejor y 81 el peor; esto es, que México se ubicó por debajo de media en matemáticas, lectura y ciencias. La mezcla de jóvenes mexicanos de educación pública y privada obtuvo resultados que, respecto de la evaluación anterior (2018), significaron retroceso de 14 puntos en matemáticas, 5 puntos en lectura y 9 puntos en ciencias, colocándose por debajo del nivel 2 de desempeño.

En matemáticas, México obtuvo 180 puntos menos que el primer lugar y se encuentra 100 puntos por debajo del promedio de la OCDE. En comprensión de lectura se encuentra 128 puntos por debajo del primer lugar y 70 puntos por debajo del promedio de la OCDE y en ciencias, está 151 puntos pode debajo del primer lugar y apenas 63 puntos arriba del último lugar.

A la usanza de esta administración, en la que todos y todo tiene la culpa menos ellos, la SEP atribuye el retroceso a la pandemia del Covid-19, obviando que ese fenómeno lo padeció todo el mundo incluidos Singapur, Japón, Corea del Sur, Estonia y Suiza, que fueron los países mejor calificados, por lo que la excusa oficial resulta baladí, siendo evidente que la regresión además de a la pandemia, se debe a la destrucción de los avances que en materia de educación había logrado México hasta 2018 y a la deficiente, politizada, tendenciosa y mal estructurada re-creación del sistema educativo nacional, amén de la descarada por ofensiva ignorancia e incapacidad de los docentes, principalmente los del sector público, a los que gracias a la destrucción de la reforma educativa, ya no se les obliga a capacitarse.

Para no variar la constante de este gobierno, el presidente, lejos de reconocer el atraso y deficiencia del sistema educativo nacional, con la soberbia de un cínico autoritario, descalificó examen y resultados aseverado que “todos los parámetros de ese examen se crearon en la época del neoliberalismo y nosotros ni siquiera los tomamos en cuenta” ¡¿Y qué?! ¿acaso la matemática, la lectura y la ciencia son distintas en cada sistema económico-político? ¡No señor! - -¡Dos más dos son cuatro; mi mamá me mima y la fórmula para calcular el área de un círculo A=TT.r2, son iguales en todos los sistemas, incluso en los retrógradas como la 4T!

La despótica reacción del MENTIRAS carece de sentido, considerando que la prueba PISA no se trata de medir conocimientos memorizados de información, sino de conocer hasta qué punto los alumnos cercanos al final de la educación obligatoria (segundo de secundaria) han adquirido las competencias, habilidades, aptitudes y pericia adecuadas para utilizar esos conocimientos en el análisis y resolución de problemas y situaciones que se les presentarán en la vida adulta, para habilitarlos para su participación plena en la sociedad; esto es, se trata de que los jóvenes tengan pensamiento analítico y crítico, que les habilite para resolver problemas cotidianos y tomar decisiones conscientes, de ahí la importancia de la evaluación.

Es precisamente la finalidad del examen PISA lo que no le cuadra al perverso pseudo humanista López Obrador, porque de emplear en el sistema educativo nacional los métodos de enseñanza encaminados a la adquisición de conocimientos técnicos, científicos y lógicos que permitan a los educandos el desarrollo y perfeccionamiento de su pensamiento analítico crítico, sus postulados de la 4T, sus diarreas mentales y verbales y sus decisiones autoritarias y contrarias a la ley dejarían de tener eco en las mentes de los ciudadanos, perdiendo efecto y utilidad para el avance del socialismo latinoamericano del siglo XXI.

Cobra aplicación lo dicho por la anarquista y escritora lituana Emma Goldman, apodada --la mujer más peligrosa de América—“El elemento más violento en la sociedad es la ignorancia” y este gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador es, sin duda, el gobierno más violento que ha sufrido México en la era contemporánea.

No es de sorprender que en los países en los que se ha enseñoreado el populismo de izquierda simpatizante del socialismo latinoamericano del siglo XXI, los resultados de la prueba PISA sean similares en puntos, obteniendo en matemáticas Chile (412), México (395), Perú (391), Colombia (383), Brasil (379) y Argentina 378. En Lengua (comprensión de lectura), Chile (448), México (415), Brasil (410), Colombia (409), Perú (408) y Argentina (401) y en Ciencias, Chile (444), Colombia (411), México (410), Perú (408), Argentina (406) y Brasil, desde luego que, en todas las áreas, los indicados se ubican por debajo del Nivel 2 de desempeño.

Repito, los resultados no son de sorprender, pues todos esos gobiernos requieren para subsistir ciudadanos sin pensamiento analítico crítico, inhábiles para resolver por sí problemas cotidianos, simples o complejos, dado que de esa manera, podrán manipularlos a su antojo con postulados fofos, radicales, escandalosos, dominándolos con dádivas que les resuelvan el cotidiano, evitando con eso su crecimiento individual y el desarrollo como sociedad, justificando así la existencia y utilidad de esos regímenes mata civilizaciones.