top of page

PERDONAME MI VIDA

  • Foto del escritor: Juan Manuel A Ramirez Ibarra
    Juan Manuel A Ramirez Ibarra
  • 24 oct 2018
  • 8 Min. de lectura

La violencia contra la mujer por parte de su pareja o ex-pareja se presenta en todos los grupos sociales independientemente de su nivel económico, cultural o cualquier otra consideración.

En todas las relaciones humanas surgen conflictos y en las relaciones de pareja también, en las que las discusiones fuertes llegan a formar parte de esa relación en la que pueden surgir peleas y agresiones verbales y físicas recíprocas. Hay que distinguir entre “conflicto” que implica reciprocidad y puede producir un cambio y “el maltrato” que, aunque adopte las mismas formas del primero, siempre es unilateral y siempre es la misma persona la receptora de las agresiones.

Años atrás se consideraba que las agresiones a la mujer se presentaban en las relaciones de marido-mujer o concubino-concubina; sin embargo, cada vez en aumento, las agresiones en contra de la mujer se presentan desde el “noviazgo” e incluso, en las relaciones de “amigovios”.

VOLENCIA VS MUJER HUELLAS

“Síndrome de la mujer maltratada”

El maltrato continuado genera en la mujer proceso patológico de adaptación denominado “Síndrome de la mujer maltratada” que se caracteriza por:

Indefensión por resignación.- Ante la imposibilidad de contener las agresiones y en el contexto de baja autoestima, la mujer asume las agresiones como un merecido castigo.

Ausencia de control.- Ante la reiteración de las agresiones la mujer llega a convencerse de que la solución a la situación le es ajena, asume pasividad y espera las instrucciones de terceras personas.

Indiferencia.- Ante el fracaso de sus reiteradas estrategias para evitar las agresiones, la mujer adopta una conducta indiferente ante los ataques, lo que le permite culpabilizarse menos, y se limita su capacidad de oponerse a las agresiones.

Justificación al agresor.- La víctima llega a creerse merecedora de las agresiones y justifica a su agresor ante las críticas de terceros externos.

Dependencia de la víctima.- La intermitencia de las agresiones y el paso constante de la violencia al afecto, refuerza las relaciones de dependencia por parte de la mujer maltratada, que empeoran cuando la dependencia también es económica.

¿¡Por qué no lo deja!?

La simplista afirmación de que la mujer se deja maltratar por “mensa” o “porque quiere”, amén de estúpida, es un juicio abyecto, que no considera las razones y sentimientos existentes en la psique y espíritu de la mujer maltratada, que la fuerzan a soportar el suplicio.

Las razones son muchas y ninguna de ellas es simple. En principio, hay que atender a que su autoestima está gravemente disminuida, tiene temor fundado de las represalias del agresor que en muchas ocasiones continúa asediándola, la ansiedad y el miedo a tener que enfrentar las consecuencias económicas de su partida haciéndose cargo de sus hijos, el miedo a perderlos y el miedo a la soledad entre otras, que coloca a la mujer en estado de vulnerabilidad e indefensión ante el mundo exterior y ante su propio agresor.

Enseguida habrá de considerarse que en ella existe la convicción de que es la principal responsable del funcionamiento del matrimonio o de la relación y de la unión de la familia, lo que le genera extrema ansiedad al tener que aceptar el fracaso familiar, llegando a culpabilizarse de la violencia y sentirse merecedora del castigo por acciones realizadas no acordes con los parámetros ideológicos de la familia o expectativas de su pareja, lo que la induce a asumir un papel de subordinación, con la falsa expectativa de que su buen comportamiento hará que cese el maltrato de su pareja.

VIOLENCIA S MUJER HOMBRE VIOLENTO

El hombre violento

El desarrollo de la personalidad violenta es un proceso gradual que inicia en la primera infancia y que dura años. Sus principales fuentes son: la humillación, especialmente a manos del padre; el apego inseguro a la madre y la experiencia directa del maltrato en el hogar, elementos que deben coexistir para que se desarrolle dicha personalidad.

El golpeador se encuentra en todas las clases sociales, niveles de educación y preparación académica, ocupación, religión, zonas geográficas y lugares de residencia. No obstante, existen asociaciones de algunas de esas variables que potencializan el riesgo de conductas violentas.

Los actos de violencia ejercidos por los golpeadores tienen un carácter privado y repetitivo. Estos sujetos parecen tener una doble personalidad pues se comportan de una manera cuando están en su hogar con su pareja y de otra muy distinta cuando están en público, ámbito en el que suelen ser amistosos con los hombres y poco propensos a enfadarse con ellos; concentrándose su cólera en la mujer con la que están emocionalmente ligados.

VIOLENCIA VS MUJER INSULTOS

El agresor se vuelve violento sin causa aparente, reaccionando con ataques verbales insultando y avergonzando a la pareja delante de otras personas, y en la intimidad del hogar la denostación se torna en ataques físicos cada vez más intensos.

Entre los factores que indican la existencia del golpeador están los siguientes:

  1. Evita hablar, sobre todo en el noviazgo, de las relaciones entre los miembros de su familia de origen, respondiendo con vaguedades y mentiras y en ocasiones, reaccionando con molestia y hasta con enojo ante la insistencia por saber de ella

  2. Con frecuencia miente y adapta las circunstancias o los hechos a su conveniencia

  3. Frecuentemente quiebra la conversación, pasando súbitamente de un tema a otro

  4. Generalmente emplea un lenguaje confuso a fin de poder engañar y desdecirse de sus dichos

  5. Frecuentemente tiene dificultades y conflictos en su ámbito laboral: con sus compañeros y/o personal jerárquico

  6. Regularmente recurre al acoso para tener y mantener contacto con la víctima, persiguiéndola hasta en el trabajo o cuando está con sus amistades o nueva pareja

  7. Tiene baja autoestima, se siente inseguros, tanto en el papel de hijo como en el de padre, amante y/o esposo

  8. Tiene pensamientos mágicos expresados en proyectos irreales o faraónicos que terminan en frustraciones

  9. Pretende solucionar los problemas con violencia de manera rápida y definitiva

  10. Espera que sus parejas e hijos cumplan con sus deseos no explicitados y luego está, como el mismo, dice “decepcionados”

  11. Tiene dificultad para verbalizar y exteriorizar sus sentimientos

  12. Gusta de desarrollar largos monólogos, en los que la única verdad o razón es la que el expone, descalificando a ultranza las razones del interlocutor incluso con brusquedad e irritación

  13. Pretende ser omnipotente, él tiene la solución correcta y la razón en todo. Él tiene el mejor logro, solo él es honesto y trabajador porque solo él ha sufrido más en la vida y se ha sobre puesto a todo reto y adversidad

  14. Tiene gran capacidad de persuasión

  15. Es narcisista y obsesivo

  16. Tiene dependencia emocional de la mujer, lo que puede ser gravísimo cuando la mujer decide abandonarlo

  17. Vive obsesionado por ejercer el dominio entre quienes lo rodean, especialmente con su mujer e hijos/as

  18. Los celos pueden serle una obsesión

  19. En público generalmente es seductor, simpático, amable, pero en la intimidad de su hogar puede llegar a ser muy agresivo y violento

  20. Impone el confinamiento social de su entorno familiar pues al lograrlo aumenta el dominio sobre su víctima y sus hijos

  21. Gusta de poseer armas de fuego de todo tipo las que con frecuencia presume para reafirmar su masculinidad y poder, jactándose de su habilidad como tirador

  22. Por lo general se comporta de manera violenta por hechos triviales que más tarde no recuerda

  23. Usa frecuentemente el sexo como señal de poder

  24. Es frecuente que sufra estados depresivos.

En todos los casos, la violencia contra la mujer se presenta de forma progresiva.

Etapa inicial.

El maltrato es un proceso cíclico de acumulación de tensión y descarga violenta, la cual no es detectada por los demás que simplemente lo percibirán como “malhumor”; no obstante, esos comportamientos son un mecanismo de defensa frente al temor y sentimiento de indefensión que invade al violento.

VIOLENCIA VS MUJER HOM ENOJADO

En esta etapa, el golpeador suele torturarse con pensamientos que giran en torno a la infidelidad sexual y los celos, obsesionándose con esta pauta mental, aunque lo que en realidad lo aterroriza es la idea de que su mujer lo abandone, ya que necesita desesperadamente de ella para definirse a sí mismo.

La predisposición a sentir celos morbosos es el rasgo de personalidad más sobresaliente de los hombres que han matado a sus parejas.

Etapa violenta.

VIOLENCIA VS MUJER GOLPE

A la acumulación de tensión sigue la explosión con violencia física que se presenta cuando el golpeador cae en estado alterado, en el que su mente parece estar separada de su cuerpo, en el que sin sentir compasión por el dolor de su víctima, el golpearla le resulta placentero hasta que aquella tensión se descarga y el agresor queda exhausto.

Etapa de Arrepentimiento.

Al concluir el episodio violento, cuando se ha disipado la tensión, se presentan los mecanismos de defensa que van desde la negación de lo ocurrido hasta las tentativas de reparación del daño mediante un sacrificio que el golpeador ofrece a la víctima con las promesas de cambiar.

No es extraño que el agresor visite a la víctima en el hospital, le lleve flores, regalos y le ruegue perdón, ofrezca ir a terapia y procure que otras personas, incluso sus hijos, intercedan por él.

VIOLENCIA VS MUJER ARREPENTIDO

Como hábil persuasor, también, trata de generar en su víctima el sentimiento de culpa afirmándole que sin ella no podrá vivir, presentándose incluso, amenazas de suicidio.

En esta etapa el golpeador otorga temporalmente el poder a la mujer, despertando sus sentimientos maternales que la llevan a compadecer la vulnerabilidad, desesperación y soledad de su verdugo. Así, ambos tratan de convencerse a sí mismos y de convencer al otro de que su “amor” triunfará. Pero esta etapa no dura para siempre…, el próximo episodio se presentará en breve.

Ante estos hechos, la mujer víctima del golpeador debe tener en cuenta que:

  1. Es totalmente improbable que su pareja abandone sus hábitos fácilmente

  2. Por ninguna razón debe tratar de ser la terapeuta de su pareja

  3. Sin ayuda psicológica el golpeador nunca dejará de serlo

  4. Con el tiempo, el riesgo de persecución y violencia alcanza su máximo.

Soy víctima de violencia ¿Qué puedo hacer?

Si usted es víctima de violencia debe saber que la Ley la protege y obliga a las autoridades a brindarle protección y apoyo de manera inmediata.   ¡DENÚNCIELO!

En efecto, tanto en el Código Penal Federal, como en el de la Ciudad de México y en los Códigos de los Estados, la violencia contra la mujer es un delito, castigado con 1 a 6 años de cárcel y con la pérdida de derechos como el sucesorio, patria potestad, tutela y alimentos.

Además, por mandato de la ley, ante la denuncia de este delito, las autoridades deben establecer de inmediato las medidas de protección necesarias para salvaguardar la integridad física y psíquica de las víctimas directas e indirectas, tales como la prohibición al agresor de:

  1. Acercarse o comunicarse con la víctima

  2. Asistir o acercarse al domicilio de la víctima directa o indirecta, así como acercarse al lugar de trabajo, estudio o cualquiera lugar que frecuente

  3. Realizar conductas de intimidación o molestia a la víctima o a personas relacionadas con ellos

  4. Intimidar o molestar por si, por cualquier medio o interpósita persona, a la mujer víctima de violencia y en su caso sus hijas e hijos u otras víctimas indirectas o testigos de los hechos o cualquier otra persona con quien la mujer tenga una relación familiar, afectiva, de confianza o de hecho

  5. También se obligará al agresor a que haga la entrega de objetos de uso personal y documentos de identidad de la víctima y en su caso, de los de sus hijas e hijos que tuviera en su posesión el agresor

  6. De igual manera la autoridad implementará medidas para evitar que se capten y/o se transmitan por cualquier medio o tecnologías de la información y la comunicación, imágenes de la mujer víctima de violencia, que permitan su identificación o la de sus familiares

Adicionalmente, la víctima tiene derecho a:

  1. Recibir atención médica y psicológica de urgencia por personal del mismo sexo o ser canalizada a instituciones que le proporcionen estos servicios

  2. Recibir asesoría jurídica gratuita en cualquier etapa del proceso

  3. Comunicarse con quien ella solicite

  4. Que se respeten su intimidad, su integridad y le garanticen confidencialidad

  5. Que se le reciban y tomen en cuenta las pruebas con las que cuenta

  6. Que se le garantice la reparación del daño

  7. Que se protejan su identidad y sus datos personales para no hacerlos públicos

  8. Ser informada del desarrollo del procedimiento penal

De igual manera, en los casos de violencia contra la mujer o la familia, la Ley Civil establece medidas urgentes tales como señalar y asegurar las cantidades que a título de alimentos debe dar el deudor alimentario al cónyuge acreedor y a los hijos que corresponda.

A usted y a nadie más, le corresponde decidir si seguirá viviendo el suplicio de la violencia en su contra, es una decisión difícil pero si no lo hace a tiempo pondrá en riesgo su vida y la de sus hijos.

VIOLENCIA VS MUJER ESPOSADO

Si sufres de violencia, para estos casos, SÍ hay atención urgente en los juzgados familiares que están de guardia durante esta etapa de la pandemia. NO esperes, ¡DENÚNCIALO! CONTÁCTAME:

Juan Manuel Ramírez Ibarra

Abogado

jmriabogado@hotmail.com

 
 
 

Comentarios


bottom of page